Imaginen una persona de de 47 años que luego de haber aplicado fallidamente a la universidad varias veces en su vida, por fin la aceptan en el 2011. Por cinco años se quiebra el coco y estudia juiciosa y trata de sacar las mejores notas, pero pues no siempre le va bien en los exámenes. Hay algunas materias que pasa raspando, pero en la mayoría le va bien. Al final de los 5 años y después de muchas horas de estudio y sacrificio, la persona que ya tiene 52 años de vida, está lista para graduarse. Sabe que gracias al grado que está punto de obtener, va a poder recibir el ascenso en el trabajo que le va permitir mejorar las condiciones de vida suyas y de su familia. El futuro pinta muy promisorio. Incluso un primo suyo que vive en Washington le dijo que si se graduaba, le mandaba una platica de ayuda.
Sin embargo un vecino suyo, considera que haber pasado unas materias raspando es vergonzoso y convence a la universidad de que no le den el grado y en cambio lo obliguen a repetir todas las materias donde no le fue muy bien, con el fin de mejorar el promedio. Lo más irónico es que el vecino nunca fue a la universidad: aplicó una vez con desgano pero la verdad nunca tuvo intensiones reales de estudiar. Sin embargo asegura que él hubiera sacado mejores calificaciones.
Ahora solo queda la incertidumbre de cuándo podrá graduarse. Un año más? Cinco? Otros 52? Si será posible mejorar las notas en Física III: Electricidad y Magnetismo? esa vaina es muy brava! Quién le va a ayudar con su familia en estos años extras de volverse a sentar en la mesa a estudiar? Y que pasa si al final la universidad decide no darle el cartón nunca?
Colombia estuvo a punto de graduarse en la paz, pero 18% del país decidió que era preferible volver a clase y mejorar las notas, porque nos íbamos a graduar con un promedio regularcito. Plop.