Hace unos meses John Mackey presidente de los supermercados Whole Foods, escribió un artículo en el Wall Street Journal, criticando el plan de salud del presidente Obama y ofreciendo alternativas al problema. El artículo tiene algunos puntos interesantes aunque sigo pensando que la solución planteada por Obama es mejor. Sin embargo me asombró saber como demócratas y republicanos han utilizado a Whole Foods como su caballo de batalla: Whole Foods ha sido tradicionalmente un supermercado hippie-elitista por el tipo de comida orgánica que ofrece, por las pintas de los empleados que contrata y por sus altos costos. Whole Foods se ajusta perfectamente a personas liberales y con dinero, es decir partidarios de Obama. Sin embargo gracias al artículo de Mackey, muchos liberales han decidido boicotear el supermercado no comprando más ahí. Por otro lado muchos republicanos han decidido hacer lo opuesto y han propuesto hacer un ‘buycott’ y apoyar a Whole Foods comprando ahí más seguido.
Lo que se me hace ridículo de este boicot, es que Mackey ha hecho una declaración a título personal y no en representación de Whole Foods, como lo explica en su blog y sin embargo la gente que está boicoteando Whole Foods, está no únicamente perjudicando a Mackey, sino a los accionistas de la empresa, los empleados, los proveedores, etc, toda la cadena de personas y empresas relacionadas con Whole Foods, que no tienen nada que ver con las declaraciones de Mackey. Y peor aún, pienso que hacer un boicot por una declaración como la de Mackey es absurdo. Distinto hubiera sido que Mackey hubiera hecho un comentario racista o algún tipo de comentario de odio contra un grupo de personas.
Personalmente yo he boicoteado un par de veces. En el 2003 dejé de ir a Rudy’s BBQ por casi dos años, cuando hicieron una ridícula campaña en contra de Francia luego de que esta junto con Rusia y Alemania negaban su apoyo a los Estados Unidos para ir a la guerra contra Irak. La campaña consistía en que la gente debía llevar una botella de vino francés al lugar y recibían a cambio una botella de salsa BBQ. Y luego todas las botellas de vino francés fueron derramadas en la basura. Se me hizo de muy mal gusto el gesto, no solo porque alimentaba con más violencia un conflicto ya bastante violento, sino porque ESTABAN DESPERDICIANDO ALCOHOL! Y obvio que boicotear a Francia COMPRANDO VINO FRANCES es una de las ideas más estúpidas que he escuchado en mi vida.
Dos años después alguien me invitó a desayunar tacos en Rudy’s y decidí que dar por terminado el boicot.
La gente seguirá haciendo boicots, algunos justificados, pero por favor dejen de hacer boicots por cualquier cosa y de polarizar más este país que no avanza porque nadie quiere escuchar la oposición, encontrar puntos en común y buscar soluciones negociadas a una larga lista de problemas.
One response to “Boicotiando el boicot”
Este tipo hace años estuvo envuelto en un escándalo por usar un pseudónimo para criticar a un competidor, presuntamente causar que baje el costo de sus acciones y luego comprarlo.
Muchacho interesante.