Si eres uno de los cientos de lectores que ha comenzado ha seguirnos recientemente, es muy posible que pienses que lo único que hacemos aquí es tomar cerveza y mamar gallo. A pesar de que tomar cerveza y mamar gallo, son elementos fundamentales en este espacio, también hay cabida para otros temas de gran interés para chicos y grandes. El tema que nos concierne el día de hoy es la sana alimentación; en particular el consumo de frutas y verduras.

Recientemente, conversaba con mi amigo y jardinero amateur Blair acerca de lo dificil que se me hacía comprar frutas y verduras en el mercado. En general me cuesta comprar comida en el mercado: no hayo que productos comprar o termino comprando las mismas cosas. Poco espacio doy a la variedad, y esto es especialmente cierto con las frutas y verduras. Rara vez compro frutas, y en cuanto a verduras casi siempre compro lo mismo: tomate y cebolla que me encantan. De vez en cuando compro espinacas para hacer en sopa o como me enseñó Eva recientemente (mezclándolas con queso crema y sofriéndolas en un sartén aceitado) o compro una bolsa de ensalada César que ya viene preparada y sabe bastante regular. Otra de las pricipales razones por la cual no compro muchos vegetales, es porque se dañan rápidamente y odio estar botando comida a la basura. La única excepción es cuando preparo el super delicioso Gazpacho que me enseñó Sayuri, pero que hago únicamente una vez por mes o menos seguido. Fue entonces cuando Blair me sugirió registrarme a un CSA (Community Supported Agriculture) que en español viene siendo como un club de gente que apoya la agricultura local. La idea es que uno paga por adelantado el derecho a recibir los frutos de lo que se coseche en una granja por los próximos meses. En mi caso me suscribí a la granja Johnson’s Backyard Garden para recibir 4 entregas, una cada dos semanas. Cada entrega es una caja repleta de vegetales variados y no hay posibilidad de escojer que vegetales o frutas recibes, siendo lo divertido del asunto. Hoy recibí mi segunda entrega y la caja contenía: tomates, cebolla, ajo, pimenton verde, pimenton amarillo, ocra, pepino, zucchini, chile dulce, chile picante, berenjena, calabacín amarillo, un ramillete de Albahaca fresca y un melón. Los productos son todos cultivados en Austin y de manera organica, así que son más saludables, mi huella de carbono es menor y además saben más rico. Esto último lo pude corroborar con los tomates: usualmente los que consigo en el mercado son grandes, carentes de defectos y perfectamente rojos y brillantes; los tomates que recibí de la granja eran deformes, con algunas manchas cafés, y de color amarillo-rojizo. Sin embargo cuando los probé me supieron delicioso.
Gracias a esto, he estado comiendo muchos vegetales últimamente y ensayando nuevas recetas. He hecho vegetales al vapor, vegetales sofritos, sopa de calabacín amarillo y calabacín de verano, gazpacho, salsa picante mexicana, espaguetis con atún, pimenton, cebolla y ajo, tomates con queso mozarela, albahaca, vinagre balsámico y aceite de oliva, y lo más diferente que hice fue una receta griega de berenjenas bañadas en una mezcla de harina, sal y agua mineral y fritas en aceite de oliva.
Después de 30 días de cerveza, creo que me vienen bien 8 semanas de vegetales.
Actualización: link a la receta de Eva:
https://www.salon.com/2010/06/26/eggplant_pasta_sauce_recipe/